
¿Qué papel juega la sostenibilidad en la actualidad de los negocios?
Dos años han pasado de la pandemia. Muchos sectores han aprendido la lección, otros han aprendido a ser resilientes, otros se quedaron en el camino. Es la hora de que los directivos y propietarios de las empresas decidan pasar del voluntariado a estrategias comprometidas con la sustentabilidad.
Si su empresa es de las que ha sobrevivido a la pérdida de empleos, de mercados y al desplome de las economías de los países, debido a la encerrona mundial provocada por el COVID-19, significa que su capital o su rubro le permitieron soportar el golpe, o tuvo que reinventarse y ajustarse en el camino, para resurgir con nuevas estratégicas. El siguiente paso es preguntarse si en sus nuevas estrategias no se está cometiendo el mismo error del pasado, sin ajustar su comportamiento productivo al contexto ambiental y social en el que opera, ante la nueva realidad del mundo.
Cuando nos recuperamos, olvidamos de dónde venimos. Con la globalización sabíamos que todos estamos conectados y que el cambio climático es un asunto pendiente de resolver. Con la pandemia por COVID-19, y ahora con la amenaza latente de una Tercera Guerra Mundial, sabemos que además de estar conectados, caemos todos como piezas de dominó cuando ocurren catástrofes de grandes dimensiones, o cuando suben los precios de “commodities” esenciales como el petróleo. Estas son lecciones que no deben olvidarse y tampoco dejar el medio ambiente como un asunto pendiente de resolver.
El ideal de todo líder empresarial es lograr impactos neutros ante las adversidades del entorno en el que opera. Para ello, requiere una estrategia. ¿Tu empresa está lista para dar el siguiente paso? A continuación, te dejamos tres consejos para que encuentres la ruta o para que fortalezcas la estrategia que has empezado:
Cuatro recomendaciones con ejemplos reales
Entrevistamos a cuatro expertos representativos en materia de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), Inversión Socialmente Responsable (ESG) y medio ambiente, para consultarles para qué sirve una estrategia de sustentabilidad corporativa. Para darnos sus recomendaciones, nos compartieron ejemplos reales que resumimos a continuación:

“Hay que pasar del voluntariado, a las estrategias de compromiso con la sostenibilidad”
(Texto del recuadro)
Leyla Zelaya coordina el proyecto “City Adapt”, implementado en México, Jamaica y El Salvador y también es el enlace país del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
“City Adapt” se implementa desde 2018 como una serie de acciones dirigidas a proteger, gestionar y restaurar de manera sostenible ecosistemas naturales o modificados, que ayudan a la sociedad a hacer frente a los efectos adversos del cambio climático de forma efectiva y adaptable, mediante la implementación de soluciones basadas en la naturaleza.
Asimismo, fomenta la realización de investigaciones que demuestren los beneficios de la biodiversidad y los ecosistemas. En coordinación con la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad Nacional de El Salvador (UES), “City Adapt” apoya investigaciones con la herramienta “i-tree”, desarrollada por el Servicio Forestal de los Estados Unidos (USFS), para conocer los servicios ecosistémicos que aportan los árboles encontrados entre la calle Rubén Darío, la 1a calle poniente y la calle Arce.
El estudio arrojó que los 301 árboles de la zona evaluada eliminan 63.51 libras de contaminación de aire; procesan 6,495 toneladas de secuestro bruto de carbono; y producen 17.32 toneladas de oxígeno por año. Además de este servicio ecosistémico, estos árboles tienen un valor que supera los 548 mil dólares, que representan el costo de tener que reemplazar un árbol con otro similar.
Según la FAO, se estima que un kilómetro cuadrado (100 hectáreas) de bosque, genera mil toneladas de oxígeno anuales. En este caso, para esta muestra, que hace referencia a 35.1 hectáreas, debería producirse 351 toneladas de oxígeno anualmente y solo se producen 17.32, debido a los pocos árboles presentes, comparó Zelaya.
¿Para qué sirve esta información?
Leyla Zelaya explicó que conocer los datos de los servicios ecosistémicos de los árboles ayuda a las municipalidades, a los gobiernos y a las empresas a incrementar el valor de las propiedades, bajar costos en la reducción de altas temperaturas, en la filtración de contaminantes urbanos, así como mejorar la salud de los habitantes y aumentar la biodiversidad urbana.
“La idea es escalar este tipo de estudios, usarlos en todas las municipalidades, e involucrar al sector privado para aprovechar los usos ecosistémicos y multiplicar el impacto social, económico y ambiental”, señaló.
Zelaya ejemplificó que la empresa Sigma Q escuchó sobre este proyecto y ha decidido formar parte del mismo, apoyando a partir de 2022 los procesos formativos del uso de la herramienta “i-tree”, para que haya mayor personal capacitado en desarrollar estudios ecosistémicos.
Este es un campo en el que muchas empresas pueden incursionar como parte de sus estrategias en Responsabilidad Social (RSE) o, para comenzar a estructurar sus compromisos en esta materia. Se trata, añadió, de tener un enfoque sistémico, buscar agendas y alianzas para trabajar en conjunto, donde cada parte sume esfuerzos. En esta dinámica, ni el gobierno, ni el sector privado pueden hacerlo todo por separado, sino que corresponde aliarse y hacer que más empresas y sectores se sumen a la misma misión. Se trata de una alianza de sostenibilidad, agregó.
Recomendación:
“Hay que pasar del voluntariado a las estrategias de compromiso con la sostenibilidad ambiental. No es lo mismo hablar de un número de árboles plantados, a mantener el proyecto de reforestación como una política de sostenibilidad de la empresa que lo lidera, medir la calidad de aire de la zona y los beneficios alcanzados a mediano plazo. Ese compromiso vinculado con el impacto es al que hay que apostar”, concluyó.

“Los CEOS deben dejar la visión cosmética de las RSE y convertirlas en estrategias sustentables”
La gestión de Tomás Regalado al frente de FUNDEMAS se ha caracterizado por desarrollar estrategias de sostenibilidad y de consolidación de prácticas sustentables en las empresas agremiadas y de las que buscan fundamentar sus operaciones en prácticas acordes con el contexto ambiental y social en el que funcionan.
Durante 20 años, FUNDEMAS ha contribuido en la transformación de la producción clásica de las empresas, hacia estrategias y políticas de crecimiento propio en equilibrio con el bienestar de una triple dimensión: la social, la ambiental y la económica. Durante el camino, Tomás Regalado ha encontrado que aún hay directivos y propietarios de empresas que siguen pensando en la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) como un proyecto bonito, en vez de dimensionarla como una estrategia de sostenibilidad del negocio.
Según dijo, en la medida en que los expertos de FUNDEMAS profundizan en las empresas al realizar diagnósticos, encuentran que no hay una desconexión entre los directivos y el resto de los colaboradores, en lo que a aplicación de proyectos de RSE se refiere. Por un lado, hay un enorme entusiasmo y empatía de parte de los colaboradores en proyectos de RSE en función del medio ambiente, pero, a nivel de junta directiva, no se observa la misma aptitud, porque no ven estas áreas de acción como parte de la estrategia de crecimiento de la empresa.
A juicio de Regalado, aún los mandos altos consideran que los problemas climáticos y ambientales corresponde resolverlos a los gobiernos o a los organismos y no se dan cuenta que al final es un rol donde todos debemos aportar parte de las soluciones. “Aún estamos en un proceso de autoconvencimiento respecto a que los temas ambientales en nuestras empresas van a tener impacto; no hay que tirar la pelota a un agente gubernamental o internacional como la ONU, sino que es un tema de tomar acción entre todos: en nuestra empresa, en nuestras casas, en nuestra comunidad”, señaló.
Cadena ambiental
En la medida en que se alinean actores en la cadena ambiental, se adquiere conciencia y se toman acciones. Por ejemplo, dijo Regalado, nos pidieron como FUNDEMAS reactivar una fábrica de reciclaje que quedó en estado de abandono, pese a que fue donada en 2012 por el ayuntamiento de Barcelona al municipio de Cuscatancingo. Al interceder, FUNDEMAS unió a la municipalidad con los recicladores, las personas que acopian el plástico, y ahora, el producto final se vende como materia prima a empresas que fabrican escobas, botellas y demás productos.
Otro caso similar, comparó, es el proyecto que FUNDEMAS lleva a cabo con el Banco Davivienda en la Barra de Santiago, Ahuachapán, donde se reforesta la zona para asegurar el modo de vida productivo de los pescadores, curileros y propietarios de restaurantes, con el involucramiento de ellos mismos en los proyectos de limpieza y resforestación.
Estos ejemplos, agregó, ayudan a comprender que todos, incluyendo las empresas, dependen del ecosistema.
Recomendación:
“El llamado es a que los directivos, los CEOS deben dejar la visión cosmética de las RSE y convertirlas en estrategias sustentables, para que, a nivel operativo, los trabajadores comprendan que lo que se hace en conjunto es en función de la sustentabilidad de la empresa. Si no hay diálogo entre mandos altos y operativos, nunca habrá conciencia colectiva sobre cambio climático”, concluyó.

Es hora de pasar de la producción lineal a la circular, de la mano de la ESG
Para que un negocio crezca y amplíe sus mercados necesita dinero y un banco que se lo facilite. En cambio, para que un banco le inyecte metálico a una empresa, requiere mediciones claves de su negocio que le garanticen el menor riesgo posible. Toda producción está expuesta a nuevas y crecientes amenazas, como la climática, por lo que toda estrategia de crecimiento debe fundamentarse en una producción circular, para alcanzar competitividad en condiciones óptimas y seguras, según Mayté Cornejo, estratega ambiental y gerente de medio ambiente de FUNDEMAS.
El rol de FUNDEMAS en esta fase de los negocios, dijo, se centra en lograr que las empresas desarrollen estrategias climáticas sostenibles. Para algunas, la intervención será pasar de la producción lineal a la circular y para otras, será perfeccionar el cierre de sus procesos para convertirlos en valor añadido para la sociedad, la economía y el medio ambiente.
Después de la agenda de desarrollo sostenible que trazó en 2015 la Oficina de las Naciones Unidas con los líderes mundiales, involucrando a las empresas, a la sociedad civil, a los gobiernos y a los ciudadanos, las mediciones de desempeño han evolucionado de la economía lineal a la circular, con metas sostenibles de largo plazo. En ese sentido, recordó Cornejo, cada vez hay más empresas empeñadas en disminuir sus impactos negativos al medio ambiente, para proteger el valor de las mismas en el mercado.
FUNDEMAS brinda apoyo y asesoría a las empresas, trazando un diagnóstico y una hoja de ruta sobre un análisis del modelo de negocio en tres principales áreas: eco eficiencia ambiental, gestión de residuos y gestión de riesgos por desastres.
Mesas de trabajo
- Eco eficiencia:
- Objetivo: apoyar a las empresas en la creación de planes para la reducción de impactos ambientales y adaptación al cambio climático.
- Herramienta: Guía Práctica de eco-eficiencia empresarial, para la identificación, medición y reducción de impactos ambientales
- Gestión de residuos:
- Objetivos: Crear o mejorar las condiciones dentro de las empresas en materia de reciclaje; Instalar procesos de Economía circular en las empresas; Apoyar a las empresas en el cumplimiento de la LEGIR (Ley de Gestión Integral de Desechos y Fomento al) y creación de manual de gestión de residuos.
- Gestión de riesgos:
- Objetivo: brindar a los participantes conocimiento y herramientas para la creación o fortalecimiento de sus planes de gestión de riesgo empresarial, mediante una guía y matriz de riesgos asociadas.
El ejemplo de estrategia sustentable y circular
Dentro del programa Limpiemos El Salvador, FUNDEMAS apoyó a Banco Davivienda para ejecutar una estrategia de protección de los bosques de manglares de la Barra de Santiago, Ahuachapán. El trabajo ha trazado una línea de base sobre el estado de la biodiversidad del manglar, para desarrollar un plan de manejo y monitoreo que proporcione herramientas e información para la toma de decisiones, y demostrar los impactos positivos de las acciones que se realizan para su conservación.
En el proyecto, FUNDEMAS coordina esfuerzos con la Agencia de Cooperación Alemana para el Desarrollo– GIZ, a través del programa Biodiversidad y Negocios. De esta forma, Davivienda podrá implementar un plan de acción en favor de la biodiversidad.
Recomendación
FUNDEMAS aplica en sus estrategias y asesorías, cuatro de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas que están relacionados a: acción por el clima, producción y consumo responsables, agua limpia y saneamiento, y alianzas para lograr objetivos, informó Mayté Cornejo.
En la misma línea, dijo, encabeza directrices y hoja de ruta para preparar a las empresas para el ejercicio de las prácticas de Inversión Socialmente Responsable (ESG, por sus siglas en inglés), mediante las cuales, se establecen índices de medición que permiten a las empresas ser aptas para conseguir créditos para el crecimiento, mediante la ejecución de políticas sociales, ambientales y de gobernanza.

Entes activos en la búsqueda de soluciones a los problemas ambientales y sociales de la región
Para Mariela Bera, presidente pro tempore de la red INTEGRARSE, el sector empresarial juega un papel importantísimo en lograr que el desarrollo de cualquier región sea sostenible. Lejos de ser entes cuya única responsabilidad es generar ingresos, las empresas están llamadas a ser entes activos en la búsqueda de soluciones a los problemas ambientales y sociales de Centroamérica.
La Integración Centroamericana por la Responsabilidad Social Empresarial (INTEGRARSE) es una alianza de organizaciones promotoras de la Responsabilidad Social Empresarial y Sostenibilidad en Centroamérica y El Caribe.
Mariela Bera informó que a nivel regional, las empresas que forman parte de la Red INTEGRARSE representan la transformación del sector privado responsable, a través de la inclusión de la sostenibilidad de manera transversal en su estrategia de negocios. Sus iniciativas y constante capacitación aportan al desarrollo sostenible de la región Centroamericana y el Caribe desde las tres dimensiones, económica, social y ambiental.
En el marco de la pandemia, ejemplificó, las empresas de INTEGRARSE han trabajado en la recuperación en un esfuerzo conjunto que tuvo como resultado una guía de medidas responsables para reactivación empresarial en la región centroamericana y El Caribe, así como la creación de un manual de buenas prácticas regionales.
Además, el logro de avances en temas migratorios, de reducción de pobreza, igualdad de género, eficiencia energética, movilidad sostenible, carbono neutralidad y el desarrollo de sociedades resilientes e inclusivas, representan el resultado de una labor conjunta entre las empresas que forman parte de la red INTEGRARSE, añadió.
El resultado puede ser mayor, señaló, conforme más empresas se sumen a la sostenibilidad, adoptando buenas prácticas de responsabilidad social empresarial, no solo para agregar valor a la sociedad sino también para que puedan adaptarse a las expectativas cambiantes y responder ante los retos que como humanidad tenemos frente a nosotros. Por ejemplo, adoptar prácticas de compras y contrataciones sostenibles estimula las economías locales, reduce las emisiones de efecto invernadero y contribuye a la generación de empleos dignos, pero también mejora la seguridad en el suministro, la calidad de los productos y servicios, y la continuidad de la empresa.
Beneficios para la región
Bera resaltó que todos los ciudadanos de la región nos beneficiamos de contar con empresas involucradas en el desarrollo sostenible. Las empresas sostenibles ofrecen empleos dignos y de calidad que permiten a las personas desarrollar sus capacidades, estar motivados y al mismo tiempo ser más eficientes y expertos en sus labores, comparó.
Además, estas empresas son entes activos en sus comunidades, contribuyendo a su desarrollo y haciéndolos participes de las decisiones que los impactan, como las prioridades de inversión social y de desarrollo de infraestructura.
Bera recordó que la pandemia de la COVID-19 evidenció la importancia del fortalecer las capacidades de diálogo y negociación de diversos actores sociales, institucionales y políticos, tanto a nivel nacional como regional.
“Es ahí donde se reafirma el importante rol empresarial en el desarrollo y la sostenibilidad de la región. Desde nuestra red, promovemos un liderazgo consciente e innovador, que coloque a las personas en el centro de los procesos de recuperación económica, gestionando los riesgos de manera sistémica y aumentando la capacidad de resiliencia empresarial”, señaló.
Recomendación
Con el objetivo de posicionar el tema Biodiversidad y Negocios en la red regional mediante su integración en los planes estratégicos; el intercambio de conocimientos, casos de éxito y buenas prácticas; la identificación de incentivos para las empresas y la organización de eventos regionales y divulgativos del tema, que permitan un anclaje del tema en la organización; AED y ECORED están desarrollando con el apoyo de la GIZ, una transferencia de conocimientos a los otros países que forman parte de la alianza regional, lo que representa una gran oportunidad en temas de conservación medioambiental en la región.